Una de las formas de hacer más saludable el ambiente donde nos toca vivir es disminuir la intensidad de los campos electromagnéticos (EMF por sus siglas en ingles) en el entorno de la vivienda o lugar de trabajo. Esto es indispensable en inmuebles cercanos a fuentes de gran intensidad como líneas de transporte de energía eléctrica de media y alta tensión, torres de transmisión de telefonía móvil, o transformadores de la red de distribución de energía eléctrica. Con estos materiales protegemos a personas más sensibles a la radiación electromagnética, que por lo tanto pueden resultar perjudicadas por no usarlos.
Otra aplicación de estos materiales es en recintos en donde es necesario deshabilitar el uso de teléfonos móviles para aislar las comunicaciones aplicable a Bancos, Salas de Directorio o Auditorios.
En las siguientes imágenes vemos algunos ejemplos.